miércoles, 27 de junio de 2012

Los sabores de la vida






5 de la tarde en mis ojos, en mis papeles, en ese trago de ron irremediable, en aquella nube que no se repetirá.  Por las calles veo gente caminar. Ríen. Hablan. Andan, algunos, distraídos. Veo gente cargando pan, leche y dulces. 


5 de la tarde en el café. Desde el televisor saltan hombres tras el balón. Se abrazan. Hay gol. En primer plano camisetas con marcas afamadas de ropa deportiva. Hombres y mujeres de belleza inverosímil. Publicidad con la última generación de tecnología digital, el carro que nunca tendrás y siempre querrás. La globalización como diosa del planeta. El consumo erigiendo nuevos templos. Anestesia para el corazón.


5 de la tarde en mis ojos. La ventana es una vitrina maravillosa para arrimarnos los latidos de la vida con sus urgencias y emociones, con su andar humano, sencillo. En la tele la globalización, lo moderno, distante e impersonal. Sin embargo, tras el ventanal, al otro lado, en las aceras, hay una vida sin poses ni apuros que transita ajena a la pantalla, risas en las que me reconozco: veo gente caminar, personas mayores disfrutando aún los dos primeros sabores de su vida: azúcar y leche. De manera mágica se activa toda mi memoria selectiva del pasado.Y vienen a mi aquellos días azules y este sol de la infancia. 



















Laura Fernández
Fotografía: Fernando Bracho

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