viernes, 4 de diciembre de 2009

Pulmón verde del planeta o temible desierto? Qué será el Amazonas el próximo siglo?


Laura Fernández


Cuánto cuesta frenar la destrucción del Amazonas? Acaso serán capaces nuestros gobiernos y empresarios de parar la deforestación que devora miles de hectáreas/año y se convierten en millones de dólares verdes verdecitos? y nosotros, los consumidores, de dejar de comprar esas maderas hechas muebles?


No son solo los contrabandistas de piedras preciosas y minerales o los narcotraficantes los que están acabando con el Amazonas, con ellos va la voracidad de los grandes...de seguir así el rio se secará y la selva se convertirá en desierto hacia 2100 advierten los ambientalistas.


El Amazonas es el mayor pulmón vegetal del planeta. Alberga 60% de los 6.9 millones de kilómetros cuadrados de ríos y afluentes que conforman la cuenca amazónica. Si el calentamiento sigue se reducirá el cauce de sus ríos y las comunidades indígenas asentadas desde siempre en sus orillas no podrán desplazarse en sus canoas de madera. Estarían condenados al aislamiento. Algunos predicen su sequía absoluta hacia el 2100, en tanto que la zona este de la región dejara de ser selva para convertirse en sabana. Los menos optimistas dicen que será desierto.

EE.UU, China y UE arrojan 50% de la contaminación mundial. Los países más ricos contaminan más. Lula les dice que si quieren mantener el pulmón verde del Amazonas, deben pagar y él se compromete a producir más oxígeno. El nuestro, Chávez, aboga por el ambiente. Mientras, en Brasil se están deforestando 20 millones de hectáreas porque Lula firmó un acuerdo con China para plantar soja y exportárselas. Y aquí se impulsa aceleradamente la instalación de nuevas plantas petroquímicas para producir más y más plásticos, y convertir a Venezuela en el emporio petroquímico del subcontinente americano. Y los plásticos no son biodegradables.

La deforestación del Amazonas alcanzó un récord en los 5 años de gobierno de Lula da Silva. Según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), que se ocupa de vigilar la destrucción de la floresta, indicó que en 2007 desaparecieron bajo las sierras de las madereras y el fuego intencional de hacendados más de 7.000 kilómetros cuadrados de selva.


Escenario para la desolación. Como triste es que al caer la tarde en el Amazonas dejen de arribar a cualquier puerto de la cuenca las canoas indígenas cargadas de frutas, peces y alimentos, los frutos que ellos tienen siglos trabajando y arrimando a las orillas, porque el cauce del rió disminuye mes a mes.




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