miércoles, 15 de julio de 2009

También la Ñ es gente


Por: Maria Elena Walsh









La culpa es de lo gnomos que nunca quisieron ser ñomos. Culpa tienen la nieve, la niebla, los nietos, los atenienses, el unicornio. Todos evasores de la eñe.

¡Señoras, Señores, compañeros, amados niños! ¡No nos dejemos arrebatar la eñe! Ya nos han birlado los signos de apertura de interrogación y admiración.

Ya nos redujeron hasta el apócope. Ya nos han traducido el pochocho. Y como éramos pocos, la abuelita informática ha parido un monstruoso # en lugar de la Eñe con su gracioso peluquín, el  ¿Quieren decirme que haremos con nuestros sueños? ¿Entre la fauna en peligro de extinción figuran los ñandúes y ñacurutuces?

¿En los de Añatuya como cantaran Añoranzas? ¿A qué pobre barrigón fajaremos al ñudo? ¿Qué será del Año Nuevo, el tiempo de ñaupa, aquel tapado de armiño y la ñata contra el vidrio? ¿Y cómo graficaremos la más dulce consonante de la lengua guaraní? “La ortografía también es gente”, escribió Fernando Pessoa. Y, como gente, sufre variadas discriminaciones. Hay signos y signos, unos blancos, altos y de ojos azules, como la W o la K. Otros pobres morochos de Hispanoamérica, como la letrita segunda, la eñe, jamás considerada por los monóculos británicos, que está en peligro de pasar al bando de los desocupados después de rendir tantos servicios y no ser precisamente una letra ñoqui.

A barrerla, a borrarla, a sustituirla, dicen los perezosos manipuladores de las maquinitas, solo porque la ñ da un poco de trabajo.

Pereza ideológica, hubiéramos dicho en la década del setenta. Una letra española es un defecto más de los hispanos, esa raza impura formateada y escaneada también.

Por pereza y comodidad. Nada de hondureños, salvadoreños, caribeños, panameños. ¡Impronunciables Nativos! Sigamos siendo dueños de algo que nos pertenece, esa letra con caperuza, algo muy pequeño, pero menos ñoño de lo que parece. Algo importante, algo gente, algo alma y lengua, algo no descartable, algo propio y compartido porque así nos canta. No faltará quien ofrezca soluciones absurdas: escribir en nuestro inolvidable César Bruto, compinche del maestro Oski. Ninios, sueños, otonio. Fantasía

Inexplicable que ya fue y preferimos no reanudar, salvo que la Madre Patria retroceda y vuelva a llamarse Hispania. La supervivencia de esta letra nos atañe , sin distinción de sexos, credos ni programas de software.

Luchemos para no añadir más leña a la hoguera donde se debate nuestro discriminado signo.

Letra es sinónimo de carácter. ¡Avisémosle al mundo entero por Internet! La eñe también es gente.


1 comentario:

  1. La simple tarea de transcribir esta interesante nota fue un arduo trabajo, bajo la imperante necesidad de teclear el ALT 164 para la querida eñe un sin fin de veces;

    Quizás mi teclado o computadora sea un poco viejita, pero sin duda la eñe lo es a un mas para la lengua española. Gracias por la oportunidad de compartir la palabra

    Y saludos


    Msc. Lisseli Connell Falcon
    Coordinación de Asuntos Públicos y Desarrollo Social
    Carbones de la Guajira S.A.

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