jueves, 9 de diciembre de 2010

Él no es Madona, él es Jesús


Andar por ahí con Jesús es como andar con Lady Gaga o Madona de compras. Las miradas de la gente se detienen insistentes en él, niños o adultos, en algunas veo cosas que me gustan para él, en otras me sofoca la rabia. Pero andar con él por ahí es una rica experiencia de amor y hermandad por su inaplazable necesidad de dar y recibir cariño. Andar con él es una fiesta para el corazón y el alma, una risa abierta y sonora porque le dio la gana ponerse medias distintas para rabia de Tana, porque se entrega a sus afectos sin nada a cambio, porque no maquilla sus sentimientos.

Andar con Jesús cualquier tarde, cualquier hora en cualquier lugar, más allá de las miradas de apoyo o las cargadas de indiscreción que él capta en silencio y esquiva también en silencio, es como abrigarse con él en sus irrenunciables y salvadoras rutinas no siempre comprendidas, maravillarse con su entusiasmo cotidiano ante la comida y dejarse arrastrar por la desarmante obligación que nos impone de ir cada fin de semana al centro comercial a comer helados y tequeños. Y sé que con amor, todos en la familia, le hemos salvado de la soledad del que ha sido etiquetado o se sabe distinto, que bien lo entiende también calladito. Aunque a veces se largue un sonoro "Emadre" "Ico" cuando se le hacen insoportables las miradas ajenas que le miran como si fuera un extraterrestre. Mi hermano JESUS, mi ángel sagrado, es una isla de amor y ternura en este mundo tan arisco y superficial. FELIZ CUMPLEAÑOS HERMANO!!!!!!!Eres el más especial de los hermanos y de los ángeles que la vida nos ha obsequiado. Te queremos y amamos!!!!


Laura Fernández

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